Borja F. Caamaño: «Hay que buscar grandes títulos alejándote de las modas»

Borja F. Caamaño es todo un personaje. Un cultureta inquieto y con cierto instinto de explorador que empezó trabajando en el sector audiovisual (como buen amante del cine) y que poco a poco, de forma natural, se fue introduciendo en el mundo de la literatura. Primero como escritor y dramaturgo y luego como editor, porque tal y como él mismo dice: «el mundo literario te permite seguir siendo uno de esos canallas que se regocijan descubriendo joyitas narrativas a los demás». Y es que Caamaño, aparte de un depósito de ideas y un descubridor de terrenos literarios desconocidos, también es un lector canalla, y si no lo fuera ¿cómo podría liderar un proyecto como Bunker Books?

¿Quién forma el equipo de Bunker Books y qué os diferencia de otras editoriales independientes? 

Bunker Books lo componemos un equipo de cinco personas habituales y varios colaboradores con experiencia en el sector editorial, de impresión y gráfico; con una idea común de cómo debe ser nuestro sello. Todos opinamos y aportamos nuestras sugerencias e idas de olla a veces (se ríe) para alcanzar el mejor resultado. Lo que nos diferencia es que nos esforzamos por ofrecer autores de gran calidad que aún no están disponibles en castellano o que todavía no tienen la visibilidad que merecen. Es posible que otras sigan una línea similar, pero en Bunker Books hacemos nuestros libros con un 50% más de cariño (se ríe)… cuidamos nuestras traducciones, maquetaciones y cubiertas con mimo.

«Hacemos nuestros libros con un 50% más de cariño, mimamos nuestras traducciones, maquetaciones y cubiertas»

¿Cómo vais a dar a conocer este valor diferencial a vuestros potenciales lectores?

Buscando algo que nos diferenciase, dando vueltas a la manida frase de que «en este país a la gente le cuesta gastarse 20 € en un libro pero se dejan más del doble en copas en una noche», nos pareció gracioso plantear un pack de tres libros donde invitásemos a las copas. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Y rebuscando un poco dimos con una gente estupenda, Enrique y María de Bunker Distillery, que hacen una ginebra artesana maravillosa que nos pareció al acompañamiento perfecto para las historias canallas y bizarras que ofrecemos en nuestros libros. Así que vamos a poner a la venta en algunas librerías de toda España el «Pack Canalla», que incluye tres libros de nuestro catálogo y una botella de ginebra artesanal de Bunker Distillery.

«Vamos a emplazar en algunas librerías el «Pack Canalla», que incluye tres libros de nuestro catálogo y una botella de ginebra de Bunker Distillery»

¿Cómo crees que debe ser una buena editorial para alcanzar cierto éxito?

Viendo el panorama editorial independiente y lo que está funcionando tanto en España como fuera, debes buscar grandes títulos alejándote de las modas (para eso ya están los grandes sellos) y trabajar el objeto: que el libro en sí sea ya atractivo porque la cubierta es lo primero que entra por el ojo. Un equilibrio entre ambas cosas es fundamental. Tener grandes títulos con un formato pobre y poco atractivo o crear ediciones asombrosas de novelas que no aportan nada no lleva a ningún sitio.

¿Cómo ves el sector editorial, en general? ¿Qué cambiarías, si estuviera en tu mano?

Estamos en un momento complejo en el que habría que recurrir al asociacionismo, que todos los agentes (editor, distribuidor, librero) remásemos en la misma dirección. Lo primero sería convencernos de que no debemos apoyarnos en Amazon para vender libros; viendo cómo ese macro-distribuidor se ha sacudido a las librerías, con la complicidad de algunas de estas, que no son conscientes de cómo les afectará a la partida dentro de varios movimientos. O de las propias distribuidoras que parecen no darse cuenta tampoco de que si se siguen erradicando las librerías, cuando ya solo queden grandes cadenas y Amazon, su función también carecerá de sentido. Habría que actuar y dejar de ofrecerles nuestros catálogos, y que tan solo cuenten con aquellos que se autoeditan en su plataforma. Nos queda un largo camino por recorrer.

«Estamos en un momento complejo en el que habría que recurrir al asociacionismo, que todos los agentes remásemos en la misma dirección»

¿Cómo crees que va a afectar al sector la pandemia del Coronavirus-19?

Hemos visto durante el confinamiento cómo las grandes editoriales comenzaron a regalar libros digitales, competencia desleal para los pequeños editores y duro zarpazo para libreros, que tal vez redunde en un desmerecimiento del libro como elemento cultural. Regalar cultura, a la larga, no es bueno. Este es el mayor problema de la Covid-19 para el sector. En unos meses deberíamos poder regresar a la normalidad literaria, con eventos y ferias y demás, aunque lamentando la desaparición de algunas librerías y pequeñas editoriales. Así pues, insisto, creo que lo peor es que pueda haber lectores ocasionales (porque los habituales seguirán comprando) que consideren que el libro «es para descargar gratis y si me gusta ya lo compraré», lo cual no suele acabar sucediendo.

Tú también te consideras un «lector canalla», claro… Dinos algunos títulos y/o escritores que te hayan marcado para siempre.

Pues hay mucho donde elegir, desde los beat (todos ellos) pasando por Raymond Carver o Truman Capote, hasta Easton Ellis y Palahniuk, Oé y Ryu Murakami en Japón; o ya en Europa gente como Houllebecq, Nothomb, Despentes. En España, tuvimos toda una generación que rompió con los esquemas narrativos de la posguerra en la que estaba gente como Ray Loriga, José Ángel Mañas, Juan Bonilla, Pedro Maestre… A día de hoy, Isaac Rosa o Luisgé Martín. Nunca es agradable hacer listados porque son muchos los que se quedan fuera.